jueves, 3 de marzo de 2016

DOÑA ROSA

Resultado de imagen de una mujer EN UNA CAFE LITERARIO


“No perdamos la perspectiva, yo ya estoy harta de decirlo, es lo único importante.


 Doña Rosa va y viene por entre las mesas del Café, como si le fuera la vida en ello. 

De vez en cuando aguza la vista, como si le fuera la vida en ello y luego , imperturbable y famélica , no para de andar, día y noche , como si le fuera la vida en ellos, en los clientes del café, sirviéndoles chocolate y churros aporrillados como los dedos de 


Don Cosme , que, artrítico , echa las cartas a la voluntad, diciendo medias verdades.                                                          

 El café se esquina a la vía que surge de la plaza, pero no la mira, Doña Rosa, que taconea como si le fuera la vida en ella , en esa plaza que hierve de vida, noche y madrugada, sirviendo a las mesitas que asienta , aguardiente y cubatas , para hombres sin corazón y  jóvenes drogatas de medio pelo.                                                                                                        “No perdamos la perspectiva- dice la dueña del café, a todos los allí congregados- y digamos cómo ha podido ser que cuando Doña Rosa ha parado, todos hemos muerto, porque nos ha faltado el ir y venir entre las mesas y el aguzar la vista y el servir cafés y churros, aporrillados, y el aguardiente y los cubatas, de los medio pelo”.

 “Digamos-llora, como todos- cómo nos quedamos todos aquí , medio vivos , en letanía culpable, viéndola siempre trabajando , sin parar, hasta caer reventada, sin hacer nada más que vegetar y tomar e irnos, vagabundos de una vida, que, sin ella, ya no será nada”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario